El catedrático Vitor Frade ejerció durante décadas en la Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física de Oporto. El profesor portugués estableció una metodología, que denominó Periodización Táctica, que canaliza todos los entrenamientos de un equipo de fútbol a partir de un principio y diversos subprincipios de juego y solo a partir de ellos. No me extenderé al respecto. José Mourinho es uno de sus alumnos, probablemente el más aventajado. En el propio Oporto, más tarde en el Chelsea, luego en el Inter y estos dos años en el Madrid ha empleado dicha metodología con notable éxito de resultados. Y siempre con una laguna: todos sus equipos acostumbran a sufrir un significativo bajón en algún tramo de la temporada. Desde que lo conocemos, podemos fijar algunos de esos baches, que es lo que en apariencia le está ocurriendo ahora al Madrid. Desde hace varias semanas, la tuneladora que trituraba rivales en otoño se ha encasquillado. No hablo de pegada ni contundencia, que siguen ahí, en el ADN merengue, sino de construcción de juego, un ámbito en el que ha sucumbido en los últimos cuatro partidos.
Su mérito ha sido vencer en estas condiciones. Los bajones de los equipos de Mourinho no son físicos. Sus jugadores siguen mostrándose rotundos, veloces y compactos como siempre. Más bien es un bache táctico, por emplear el lenguaje del profesor Frade. El Madrid empezó la temporada corriendo cual jinete desbocado, basando sus esencias en el contragolpeo; en otoño dio un gran salto cualitativo creando enormes volúmenes de juego; se encogió en enero hasta que visitó el Camp Nou con motivo de la Copa y Mourinho juntó a sus hombres más precisos y técnicos; y ahora está en la fase oscura, desnortado en lo táctico, impreciso en los movimientos colectivos, dubitativo en el marcador.
Fuente: Elperiodico.com
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